miércoles, 8 de octubre de 2008

Filosofía Todomundista, mee mee

La carta que Rolling Stone no publicó.
¿No esperaban que me quede con las ganas de expresarme, no?


(Al revaño, con cariño.)


Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez. Pica "todo el mundo" en el recital de Madonna.
Leía una carta de la última Rolling Stone, donde su autor se preguntaba qué pasaba con los que no "peretenecemos" a ninguna tribu urbana (básicamente, en esta oración se resume el concepto de toda la carta).
No creo que mi pensamiento vaya mucho más allá del pensamiento de cualquiera que meditándolo un poco hubiera tenido: "Hola, vos también pertenecés".
A algo siempre se está perteneciendo, por más que se lo niegue, el plural "los que no pertenecemos" es algo más que individuos aislados.
Y si los juntas a todos en una olla, les agregás una tarjeta de crédito de un banco con una buena promoción, un boca en boca salado, un par de locutores entusiasmados: voilá, tenés "el recital del año".
Ahora, "todo el mundo" va a ver a Madonna, se queja porque no consiguió entradas para ver a Madonna, busca Madonna por Yahoo o Google. Busca en Mercadolibre la reventa de entradas de Madonna. Se queja de lo caras que están, de lo injusto que revendan entradas y maldice al sistema. Ve una publicidad en una revista y piensa que "¡pucha!, no va a poder ir", intenta de ignorar a los que en el messenger se pusieron "voy a ver a Madonna" o "cambio la entrada del 8 por la del 7". Se aísla del mundo y espera no volver a escuchar un comentario del recital.
Si un espectáculo me parecía interesante, "Todo el mundo" de alguna forma me desmotiva bastante.
El año pasado, "Todo el mundo" fue a ver a Soda Estéreo, y sentí que los temas que tenía de Soda en mi mp3, mejor se iban por un tiempo. Sucede que si no me considero una real fanática de su música, el pertenecer de repente a la gran tribu "Todo el mundo", me salpica de "la moda de la masa". La deformación que "Todo el mundo" a veces hace de las cosas, también lo hizo con U2 hace unos años. Y no me arrepentí de ausentarme aquella vez.
¿Más ejemplos? Creamfields, y las fiestas electrónicas. Si tenía curiosidad de ir, ya no, gracias.
Me acuerdo de mi mamá, cuando me contó lo que vio en el recital de Roger Waters. Un campo lleno de pendejos, y un cordón de mayores de 50 emocionándose afuera del estadio.Yo tenía una entrada, pero se la regalé a una mina que tenía tatuado en el pecho y ambos brazos los temas de "The Dark Side of the Moon". (Una perlita para mis lectores del blog: Cuando mi mamá me llamó y me dijo que tenía entradas para Roger Waters, escuché mal, y le repetí varias veces sin parar "¿Rod Stewart?" y mamá me repetía: "no! Roger Waters" y yo le preguntaba de nuevo "¿Rod Stewart?". Mamá, de repente comprendió, y ahí me dijo, "dejá, Lucía". Asique mi acto de grandeza no fue tan grande, no voy a hacerme la madre Teresa del Rock con ustedes).
Y aún así, y a pesar de todo, espero que haya alguien identificándose con mis palabras para decirme que en esta tribu podemos ser más de uno. No voy a dar conferencias, no voy a vender entradas, y mucho menos quiero que me auspicie Nike.


Pd: Yo era del Fans club OFICIAL de Luis Miguel a los 11 años. Y si, me compré la gorrita, el rompevientos, la remera, y hasta una lucecita que prendíamos y apagábamos desde cada punta del estadio las del fans. Cosas que pasan.

2 comentarios:

Urzio Tipote dijo...

hermoso cañeque.
Me siento identificado, menos mal que a nuestra suerte de tribu urbana nadie la califica, igual seria lindo verte con Susana hablando de tu look. JA!
Menos mal que te das el lujo de perderte esos recitales, que no son mas que puro consumo de recitales, a la par del consumo de celulares, falopa y fotolog´s.
Te aplaudo de pie.
Pd. cuando te puedo ver con el rompevientos y gorrito de luismi?

cece´ dijo...

que buen post, muy divertido